Tras la visualización de los primeros trabajos replanteamos el proyecto, esta vez bajo la influencia de la lectura de " Las ciudades invisibles" de Italo Calvino. Esta nueva realización del proyecto imaginativo de habitar el cuadro se hizo mediante la técnica del vídeo utilizando como materia prima las acuarelas.
Al llegar al embarcadero , se escucha ya el bullicio de compradores y vendedores. Es día de mercado , el aire huele a a canela y romero, con un matiz exótico de jazmín traído por los comerciantes de telas y piedras preciosas. El suelo esta empedrado y sube en pendiente, es costoso el andar. El sol ilumina las casas de cal, tiñendo el puerto de tonos rojos y naranjas. Pese a la dificultad avanzo cuesta arriba, me muevo entre la agente, no se que busco, pero continuo. Subo unas escaleras y a través de un gran arco me adentro en las entrañas de la ciudad. Ahora todo es mas reposado, camino por callejuelas, entre casas de adobe. Entonces encuentro lo que buscaba. lo que me llamaba como un canto de sirena. Voy hacia ella. Es duro andar, hace calor y el aire con aroma a azahar me despeina. sigo avanzando, al fin la encuentro. Intrigada me sumerjo en ella. La luz del vitral, me inunda, casi me ciega, a medida que avanzo se hace mas fuerte, al igual que el olor a incienso. No llego a la luz, parece inalcanzable. en el camino me quedo atrapada por la belleza de la cúpula que parece prometerme el cielo a través de su óculo.
Las Ciudades Invisibles - Italo Calvino
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